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martes, 6 de agosto de 2013

EN MANOS DE LADRONES



“Sus recetas son abaratar más el despido, reducir el número de contratos (apostando por el llamado contrato único, con indemnización por despido inicial muy baja que aumenta progresivamente con la antigüedad), liberalizar los descuelgues de convenios, suprimir del todo la ultra actividad de los acuerdos colectivos y la indexación de los salarios a la inflación, reducir el margen de los tribunales para declarar ERE y despidos como improcedentes y reducir el coste de contratación de los trabajadores más jóvenes y con menos formación”.
Las recetas de Chirstine Lagarde, Fondo Monetario Internacional, o de su equipo de expertos, para mejorar la situación laboral en España dan vértigo y una gran sensación de improvisación. Pero tal vez, ante panorama tan desolador, con Chipre o Grecia en la memoria reciente, podemos reaccionar de modo positivo, con un cambio de modelo que impulse a trabajar más para nosotros mismos que para otros. Tal vez entonces habrá una masa crítica suficiente que no vea con buenos ojos los tipos impositivos del 50% en el IRPF, el gravamen a las herencias y al patrimonio o el 21% de IVA.
La fuerza moral que puede tener el equipo FMI, cuyos miembros deben cobrar entre  8.000-30.000 euros de sueldo mensual, más dietas, más escuelas y vivienda, para recomendar una bajada del 10% del salario de los españoles, uno de los más bajos de Europa Occidental, es muy pequeña. (¿por qué el 10? ¿Es bonito? ¿Es redondo? ¿Es realmente suficiente? ¿Es la solución?)
Son gente que ve la vida desde lo aprendido en escuelas de negocios, desde la teoría. Nunca han creado una empresa. Hablan, se palmean las espaldas, se besan y dan la mano y en el avión o el hotel “five stars or grand luxe” juegan con el mini laptop a arreglar el mundo, tranquilos, relajados. Su sueldo estratosférico está asegurado, su puesto es variable, pero siempre habrá otro cargo esperando, los hijos colocados en buenas universidades, los maridos o esposas, quién sabe.
Con sueldos entre los más bajos de la Europa occidental, en los años 90 un médico podía llegar a los 2000 euros mensuales. En 2010 el sueldo sin guardias era aproximadamente el mismo. Desde entonce lo han bajado tres veces. Nos colaron la inflación encubierta de la eurización, y todo lo que costaba poco más de 100 pesetas pasó a 166.83.
Ya basta de mentiras. Los sueldos de políticos, bancarios y otras alimañas se los auto-justificaban en base a la gran responsabilidad que entrañaban sus cargos. Ahora, en el momento de la verdad nadie es responsable. Pues si no son responsables, que devuelvan todos sus ingresos y privilegios a las entidades que se los dieron. Da vergüenza escuchar a gente como Narcis Serra y compañía escaqueando cualquier responsabilidad del caso Caixa Cataluña, como en su día lo hizo Jordi Pujol con Banca Catalana. ¿O es que no tenemos memoria? Es muy sencillo. La entidad se ha hundido y usted era el capitán y cobraba por ello. Pues usted es el responsable y debe pagar.
Bajar sueldos y subir impuestos parece la solución a todos los problemas. Combaten con números un problema de cultura y de ilusión. Mientras, nadie habla de la burocracia y el latrocinio que genera el estado al individuo cuando se trata de emprender, de montar una empresa en España. De eso no hablan los burócratas de FMI. En Latinoamérica se han sacudido al FMI de encima siempre que ha podido por algún  motivo.
(2012)  El ministro de Asuntos Exteriores ecuatoriano, Ricardo Patiño, aseguró la semana pasada en un encuentro en el capital mexicana que la clave para el crecimiento de su país en los últimos seis años ha sido expulsar al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial (BM), cuyas directrices causaron una endémica crisis social en el país durante las últimas décadas.
“Las claves para nuestro crecimiento fue expulsar al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial, es lo mejor que hemos hecho. Lo mejor que puede hacer un estado latinoamericano es desembarazarse de los consejos odiados del FMI y del BM, que a nuestro país le hicieron un daño incalculable, no un daño en las cifras macroeconómicas sino en la vida de la gente”, afirmó.
http://alasombradeunmaguey.wordpress.com/2012/09/15/lo-mejor-que-hemos-hecho-ha-sido-expulsar-al-fmi-y-al-banco-mundial-canciller-de-ecuador/
El FMI y el gobierno de España proponen soluciones numéricas en tablas de Excel a una situación que necesita más bien un cambio cultural, como el de que los españoles prefieran emprender que ser funcionarios o empleados, es decir que deseen tomar riesgos, montar negocios, ser sus propios jefes, decidir cómo organizar su trabajo, cuándo abrir y cerrar sus negocios, dónde ubicarlos, con quién asociarse. Hoy en día solo las comunidades norteafricanas, latinas y chinas parecen seguir este principio. Las calles de Barcelona, aparecen sembradas de pequeños bazares, fruterías o restaurantes que abren a todas horas, todos los días, con precios competitivos y calidades aceptables. Se convierten en puntos de referencia en los barrios que se ubican porque ofrecen el servicio que la gente necesita. Nadie comenta que compra o come en los chinos o los paquis, pero es ahí donde encuentra aquello en un domingo o a las diez de la noche.
Sobran normativas locales y falta libertad para el emprendimiento. Que no nos vengan con recetas desde Bruselas. Han demostrado que no tienen ni idea. Y sus remedios, en cualquier caso, solo les satisfacen a sí mismos.

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